¿Tienes la lengua blanca o agrietada? Podría ser un síntoma de enfermedad digestiva

Cambios en su color, textura o apariencia, como el recubrimiento blanco o la presencia de grietas, pueden ser señales de alerta sobre problemas en el sistema digestivo, especialmente cuando se presentan junto a otros síntomas.

Una lengua con una capa blanca puede deberse a una higiene bucal inadecuada, donde bacterias, células muertas y restos de comida se acumulan entre las papilas gustativas. No obstante, cuando este recubrimiento persiste y viene acompañado de síntomas como mal aliento, pesadez estomacal o ardor gástrico, podría estar relacionado con condiciones digestivas como la gastritis o el reflujo gastroesofágico. Según el sitio web de institutos odontológicos (IO), lengua blanca puede ser una manifestación externa de estas enfermedades.

LEA: Cinco señales silenciosas relacionadas con el hígado inflamado (y no lo sabes)

Por otro lado, la lengua agrietada, también conocida como lengua fisurada o escrotal, presenta surcos profundos o líneas visibles en su superficie. Si bien en muchas personas es una condición benigna, también puede estar asociada con deficiencias nutricionales, especialmente de vitamina B, o enfermedades digestivas como la gastritis crónica.

En casos más raros, puede formar parte del síndrome de Melkersson-Rosenthal, una condición neurológica caracterizada por parálisis facial, inflamación de los labios y fisuras linguales.

Para prevenir complicaciones, es fundamental mantener una buena higiene bucal, que incluya el cepillado de la lengua o el uso de un raspador lingual. También se recomienda una dieta equilibrada rica en vitaminas del complejo B, hierro y una correcta hidratación. Limitar el consumo de alimentos ácidos o picantes, que pueden irritar la mucosa lingual, también es importante para evitar que las fisuras se agraven.

LEA: ¿Cuándo el dolor de espalda es señal de un problema más grave?

Cualquier cambio por un tiempo prolongado en el aspecto de la lengua, especialmente si se presenta junto a molestias digestivas, debe ser evaluado por un profesional de la salud. Aunque en la mayoría de casos se trata de síntomas leves, también pueden ser señales tempranas de enfermedades que requieren tratamiento.